Por fin comenzamos el proyecto. Antes de que los niños llegaran a clase tenía que organizarlo todo para darles una gran sorpresa. Un mago, el Mago de las Estrellas, había visitado nuestra clase y del techo, utilizando hilos muy finos, había colgado 25 estrellas, una para cada uno. Cuando entramos en el aula, todo estaba oscuro, excepto la asamblea, en la que una iluminación muy tenue (utilizando una linterna) apuntaba hacia el techo, desde donde caía una hilera de estrellas. Debajo, en el suelo, una caja (en la que el mago nos regalaba una simpática poesía de unas estrellas peculiares) y una carta, en la que nos invitaba a dar un paseo por las estrellas, aunque antes, debíamos cumplir una condición: aprender mucho, muchísimo sobre el universo.
LA ESTRELLA ROJA,
BAJO LA LLUVIA,
CON SU PARAGUAS,
NUNCA SE MOJA.
LA ESTRELLA VERDE
ES DISTRAÍDA
Y POR EL CIELO
SIEMPRE SE PIERDE.
LA ESTRELLA ROSA
USA CHUPETE,
USA BABERO,
ES MUY MIMOSA.
LA ESTRELLA FLACA
UN TIENE SOMBRERO
CON UNA PLUMA;
SE LLAMA PACA.
LA ESTRELLA GORDA
PREGUNTA TODO,
NO ESCUCHA NADA,
ESTÁ MUY SORDA.
LA ESTRELLA BLANCA,
EN EL VERANO,
VA DE PASEO
A BAHÍA BLANCA.
A partir de ese momento , extendimos en la asamblea un papel continuo en forma de mural y empezamos a recoger las ideas previas de los niños y niñas sobre las estrellas, los planetas, los astronautas, los marcianos...
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